Conozca a Mark Ridder, representante de Heart Valve Ambassador de la AHA
no entendía por qué siempre le faltaba el aire mientras jugaba en su infancia hasta que los médicos le diagnosticaron un soplo cardíaco a los 14 años.
Aun así, participó en actividades moderadas, ya que no quería sufrir lo mismo que su padre, que desarrolló enfermedad cardíaca y tuvo su primer evento cardíaco cuando tenía solo 39 años.
“Fui testigo de cómo limitaba su vida y su capacidad para desenvolverse, y sabía que no quería que eso me pasara a mí”, dijo Ridder, cuyo padre murió por ateroesclerosis a los 68 años.
A pesar de los esfuerzos de Ridder por mantenerse saludable, poco después de cumplir 40 años, sus médicos descubrieron que tenía una válvula aórtica bicúspide (que solo tiene dos valvas en lugar de tres) y que la acumulación de calcio impedía la apertura y el cierre correctos de la válvula. Resulta que lo tenía de nacimiento.
Luego, cerca de los 60 años, comenzó a tener palpitaciones cardíacas, a menudo le faltaba el aire y se cansaba fácilmente. Se lo atribuyó a la edad.
Pero era mucho más que eso. Se trataba de estenosis aórtica.
Con la estenosis aórtica, el flujo sanguíneo dentro del corazón está restringido debido a la estrecha apertura de la válvula, que puede ser consecuencia de un engrosamiento, una rigidez o una fusión. Esto hace que el corazón deba trabajar más para bombear sangre a través de la válvula y el cuerpo no reciba suficiente oxígeno para funcionar bien.
Por eso, en noviembre del 2012, Ridder se sometió a una cirugía de reemplazo de válvula y realizó 12 semanas de rehabilitación cardiaca.
Ridder, representante Heart Valve Ambassador de la American Heart Association hace cinco años, dice que se siente muy bien ahora. Incluso corre con regularidad.
“He tenido la oportunidad de formar relaciones duraderas con otros Embajadores y de aprender de sus experiencias personales y de nuestro entrenamiento continuo con la AHA”, dijo el residente de Wichita, Kansas. “Ser un representante también me da credibilidad en la comunidad cuando me comunico con organizaciones y los medios en mis esfuerzos constantes por generar conciencia sobre las valvulopatías y las opciones de tratamiento disponibles”.
Incluso durante la pandemia del COVID-19, Ridder ha ayudado a otras personas con valvulopatías a través de la en línea de la AHA.
“No es lo mismo que una interacción en persona, pero es importante y útil para quienes buscan información y apoyo”, dijo.