El fútbol ayuda a estos médicos a mantenerse en la cima de su juego
Por Laura Williamson, ľ¹ÏÖ±²¥ News
Cuando la Dra. Arianna Heyer salió de la facultad de medicina en Filadelfia para hacer una residencia en medicina interna en Miami, se encontró trabajando sin descanso, con poco tiempo u oportunidad de ocuparse de su propia salud o hacer nuevas amistades.
Heyer, quien durante mucho tiempo jugó fútbol y baloncesto, extrañaba la actividad al aire libre. "Soy una persona muy activa", dijo ella. "Es parte de mi identidad".
Su residente jefe le mencionó que un grupo de médicos de hospitales del sur de Florida se reunía dos noches a la semana para jugar fútbol en un terreno cercano. Ella no dejó pasar la oportunidad de unírseles.
Los partidos muy pronto se convirtieron en su parte favorita de la semana. Heyer no solo podía practicar un deporte que le apasionaba, sino que los partidos le proporcionaron la oportunidad de conocer a otras personas en su nueva ciudad.
"Estamos muy ocupados en el trabajo, y se dificulta conocer a personas fuera de tu grupo", dijo ella. "Pero en el terreno de fútbol, tenemos personas de todas las especialidades y todos los niveles de formación: cirugía general, anestesiología, cardiología, ortopedia y geriatría, tan solo por nombrar algunos. Aquí estamos forjando una comunidad".
Ellos también están forjando bienestar, dijo ella.
"Los médicos a veces descuidamos nuestra propia salud", dijo Heyer. "Trabajamos largas horas, comemos un bocado rápido, no tenemos tiempo para ejercitarnos y tenemos que realizar investigación. De verdad, no puedes atender realmente bien a las personas si no cuidas de ti".
Una de las fuerzas impulsoras detrás de los partidos fue la promoción del bienestar de los médicos, dijo el Dr. Gustavo Vargas. Vargas no formó el grupo; él se unió al mismo durante su último año de formación en medicina interna. Pero los jugadores se reunían esporádicamente y con frecuencia cancelaban o sencillamente no se presentaban.
Entonces la pandemia golpeó, y nadie pudo jugar. Luego que empezaron a salir las vacunas contra el COVID-19, Vargas vio una oportunidad: quizás podía revitalizar el equipo de fútbol y promover la vacunación al mostrar a las personas que era seguro reunirse otra vez.
"La gente estaba muy indecisa", dijo Vargas. Él encontró un terreno para jugar y corrió la voz en las redes sociales. De las 150 personas inscritas en un chat de grupo usado para organizar los partidos antes de la pandemia, solo se inscribieron ocho.
Esa semana, solo se presentaron a jugar cinco médicos.
"Me llevó bastante tiempo lograr que el grupo confiara en mí", dijo Vargas. "Y observé que las personas discutían en el chat acerca de los jugadores que se anotaban, pero que no aparecían. A los médicos se les presentan emergencias. A veces estamos de guardia y no podemos abandonar el trabajo cuando pensamos que podemos".
Vargas colocó un mensaje reconociendo los desafíos a los que todos se enfrentaban y su compromiso con la atención de los pacientes. Él les pidió con delicadeza que fueran conscientes del tiempo de los demás, y que avisaran si tenían que cancelar, para permitir encontrar jugadores de reemplazo.
"Ellos fueron receptivos a la amabilidad", dijo él. "En el hospital pasamos por momentos difíciles. Los médicos se agotan, pero yo les dije que teníamos que ser afables, unidos y comprometidos con lo que decíamos en el chat".
Cuando sus colegas le dijeron lo mucho que apreciaban los mensajes de apoyo, Vargas se dio cuenta de que el equipo de fútbol podía llenar otra necesidad: podía proporcionar un sentido de camaradería y apoyo para los médicos, quienes a menudo estaban exhaustos y bajo inmenso estrés, especialmente debido a la pandemia.
Vargas siguió el ejemplo de la Copa Mundial, el torneo de fútbol cuatrienal que termina esta semana en Qatar. "Vemos como la Copa Mundial reúne al mundo entero. Pensé que, si reunía a personas de todas las especialidades, esto crearía un mejor ambiente en los hospitales, y los más beneficiados serían los pacientes".
El doctor comenzó a compartir con el grupo mensajes positivos y artículos de diferentes revistas médicas sobre temas como superar el agotamiento, luchar contra el aumento de peso y encontrar un equilibrio entre trabajo y vida. "Los hospitales proporcionan a los médicos capacitación sobre bienestar, pero lo hacen a través de módulos en computadoras", dijo Vargas. "La promoción del bienestar de los médicos requiere más que una clase y un módulo".
Vargas dijo que hubo buena respuesta de los médicos a los mensajes y a sus esfuerzos por organizar partidos semanales. Él incluso creo un diseño para una camiseta del equipo, hecha de ropa quirúrgica reciclada.
"Me encantan los deportes porque derriban barreras y unen a las personas", dijo Vargas. Con el pasar del tiempo, eso es exactamente lo que han hecho los partidos.
El grupo creció hasta una red de 220 personas en siete hospitales del sur de Florida. El tiempo de juego aumentó de una hora a la semana a tres. Ahora, Vargas tiene que limitar la participación para cada noche de partido, con rotación de los equipos para que todos tengan la oportunidad de jugar.
El Dr. Walter Ramsey juega por lo menos una vez a la semana. Ramsey, residente e investigador en cirugía general, dijo que los partidos le han facilitado la incorporación de bienestar a su semana.
"Es muy bueno para mí y para mi salud mental hacer ejercicio consistente y que tengo programado", dijo él. "El ejercicio mejora mi actitud y me ayuda a dormir mejor. Es algo que espero cada semana".
Ramsey dijo que los partidos han reportado un beneficio inesperado: el desarrollo de relaciones con otros médicos y trabajadores del hospital.
Esto no solo crea un entorno laboral más agradable, dijo Ramsey, sino que también le ha ayudado a establecer conexiones para su investigación. "He conocido a personas en neurología cuyos intereses se superponen con una investigación sobre trauma que estoy realizando", dijo él. "Me ha ayudado a colaborar más con otros".
Heyer encuentra que el simple hecho de saber que tendrá una oportunidad de jugar mejora su salud mental.
"Para mí, esperar con impaciencia para unirme a mi grupo de fútbol es algo que verdaderamente puede cambiar un día difícil", dijo ella. "Si sé que voy a jugar fútbol a las ocho de la noche, cuando termine, me sentiré mucho mejor. Tener ese aliciente cada semana es algo realmente muy especial".
Si tiene preguntas o comentarios sobre esta historia de la ľ¹ÏÖ±²¥ News, por favor envíe un correo electrónico a [email protected].