Las compras de la temporada festiva no tienen que ser estresantes
Por Michael Merschel, ľ¹ÏÖ±²¥ News
Para muchas personas, en esta época del año todo gira alrededor de las compras. Y es bastante probable que muchas no se sientan muy felices, por decirlo de alguna manera, con esa perspectiva.
Si sientes agobio al tratar de completar tu larga lista, aprender lo que dice la ciencia del cerebro y la psicología evolucionaria acerca de las compras y los regalos podría ayudarte a entender exactamente por qué te estresas, e incluso guiarte hacia una temporada festiva más saludable y feliz.
Nuestras reacciones están codificadas en nuestro sistema nervioso, dijo la Dra. Beth Frates, profesora adjunta a tiempo parcial en el departamento de medicina física y rehabilitación de la Facultad de Medicina Harvard en Boston.
"Al comprender estas respuestas del cerebro, la gente puede desarrollar estrategias para manejar mejor el estrés, como fijarse expectativas realistas, centrarse en la atención plena y simplificar los preparativos para las festividades", dijo Frates, quien también es la más reciente expresidenta del American College of Lifestyle Medicine.
La idea de intercambiar regalos en esta época del año puede que se remonte a las celebraciones paganas del solsticio. Pero el impulso de compartir con otros es tan antiguo como la propia humanidad, dijo el Dr. Diego Guevara Beltrán, un investigador posdoctoral en psicología en la Universidad de Arizona en Tucson, que estudia la cooperación y la generosidad.
La ciencia de la generosidad tiene que ver más con la supervivencia que con rellenar calcetines festivos, dijo Guevara Beltrán. Compartir los alimentos les dio a los primeros humanos una ventaja evolutiva. "La generosidad es solo una de las formas en las que podemos acumular recursos, ya sea la propia riqueza o amistades, o compañeros de trabajo o parejas más atractivas y más inteligentes", dijo él.
Compartir con otras personas, dijo Guevara Beltrán, es "una señal que comunica cuánto valoras a esas personas, su bienestar y tu relación con ellas". La investigación ha mostrado que ayudar a otras personas nos hace sentir bien. Parte de eso, dijo él, se debe a que cuando alguien es parte de una comunidad, se siente protegido.
Una de las formas en que esto se manifiesta es a través del acto de regalar. Pero para derivar felicidad del acto de regalar, la persona que regala necesita sentir que eso no fue una obligación y que fue eficaz, según .
Eso significa que podría ser estresante estar en una cultura donde regalar se siente como obligatorio, o si no podemos percibir que un regalo ayudó a alguien, especuló Guevara Beltrán. También podría ser estresante que el hecho de regalar se convierta en una competencia para mostrar que te preocupas por alguien más que los otros que le rodean.
Nuestros cerebros y las compras
Las compras estresantes pueden provocar varias respuestas psicológicas, dijo Frates.
La primera es la reacción "pelear o huir" que viene con el estrés. La liberación de sustancias químicas que aumentan nuestro ritmo cardíaco, elevan nuestra presión arterial e intensifican nuestra respiración evolucionó para darnos arranques repentinos de energía para escapar del peligro.
Frates dijo que aunque los estresantes de la temporada no amenazan la vida, incluso así pueden desencadenar la respuesta al estrés.
La presión para mantenerse dentro del presupuesto puede crear una sensación de escasez, dijo ella. "Esto se nutre de una respuesta evolutiva, en la cual el temor a perder recursos, como el dinero, puede causar una sensación de urgencia y angustia".
La temporada festiva también involucra muchas opciones. "El cerebro tiene una capacidad limitada para la toma de decisiones, y tener múltiples decisiones que hacer puede conducir a fatiga para tomar decisiones", dijo Frates. "Esta fatiga reduce la capacidad de autorregular y de hacer frente a los problemas, lo cual puede conducir a respuestas de estrés acentuadas, incluso al confrontar pequeños contratiempos, como una fila larga o un artículo agotado".
El estrés de la necesidad de terminar las tareas dentro de un tiempo limitado puede intensificar la respuesta de pelear o huir, dijo ella, porque el cerebro interpreta el avance del reloj como una sensación de urgencia o amenaza.
Mientras tanto, dijo Frates, las compras de la temporada festiva también pueden desencadenar sustancias químicas cerebrales que afectan nuestros sentimientos. "La dopamina, un neurotransmisor relacionado con el placer y la recompensa, se libera cuando anticipamos algo emocionante o disfrutable, como encontrar un excelente regalo o encontrar una buena oferta", dijo ella. "Esta expectativa puede proporcionar una sensación de recompensa incluso antes de hacer la propia compra".
Para algunas personas, este refuerzo de dopamina puede hacer que las compras sean una experiencia relajante. "Les proporciona una distracción temporal de otros estresantes y les permite enfocarse en algo positivo, creando una 'euforia festiva'", dijo Frates.
En ciertos casos, eso puede ser problemático. "Cuando comprar se convierte en una forma de perseguir ese próximo golpe de dopamina, esto puede conducir a gastos excesivos o compras impulsivas", dijo ella. "Esto puede convertirse en una trampa, especialmente durante las festividades, cuando las ofertas, las rebajas y las presiones de regalar están por todas partes".
Entender cómo todos estos procesos funcionan puede ayudar a la gente a reconocer por qué se sienten así y a adoptar estrategias para enfrentarlos, dijo Frates. Estas son algunas de sus sugerencias.
1. Comienza con autocuidado antes de comprar.
Priorizar el autocuidado significa que las personas pueden ser sus mejores versiones y tomar buenas decisiones, dijo Frates. Por lo tanto, "come alimentos deliciosos y nutritivos. Duerme de siete a nueve horas. Asegúrate de disfrutar de la actividad física. Camina cuando puedas, e invita a amigos. Practicar la reducción del estrés a través de la meditación o yoga puede ayudar a calmar tu cuerpo y mente".
Antes de salir de compras, realiza varias respiraciones profundas utilizando técnicas de alivio del estrés, como la respiración 4-7-8 (inhala por la nariz contando hasta cuatro, contén la respiración contando hasta siete y exhala por la boca contando hasta ocho) o respiración de caja (inhala por la nariz contando hasta cuatro, contén la respiración contando hasta cuatro, exhala contando hasta cuatro y contén la respiración contando hasta cuatro).
2. Forma una estrategia.
No compres cuando sientas hambre, cansancio, soledad o estrés, dijo Frates. Y no empieces a comprar 15 minutos antes de que cierre la tienda o de que terminen las ofertas en línea en el sitio web, dijo ella. Con eso solo te colocas en una posición para desencadenar la respuesta pelear o huir.
3. Sé consciente.
Antes de hacer una compra, dedica un momento a considerar si es realmente necesaria o si se trata de una elección de impulso.
Para evitar excederte, establece un presupuesto específico o limítate a un par de horas o días específicos para las compras. "Esto mantiene controlados los gastos impulsados por la dopamina, pero al mismo tiempo deja espacio para los aspectos disfrutables de las compras de la temporada festiva", dijo Frates.
Busca actividades luego de las compras que proporcionan recompensas sin el costo financiero. Eso puede satisfacer el deseo de tu cerebro por más dopamina en una forma más saludable. "Para después de las compras, planea actividades disfrutables y que alivian el estrés, como salir a caminar, pasar tiempo con tus amigos o darte un gusto con un hobby", dijo ella.
4. Invita a una amistad.
Esto no solo apoya conexiones sociales saludables, dijo Frates, sino que, si empiezas a sentir estrés, "tienes un amigo, y tienes un sistema de apoyo justo a tu lado".
5. Reanaliza el enfoque de la temporada.
"Para poder manejar el estrés, necesitamos cambiar la mentalidad respecto a los regalos", dijo Frates. Las festividades pueden servir para enfatizar las conexiones sociales, dijo ella.
"En mi opinión, pensar acerca de la conexión con la persona y hacer que la acción de regalar tenga que ver más con profundizar esa conexión que con otra cosa, realmente ayudará a reducir el estrés relacionado con el proceso", dijo ella.
Así que, en lugar de recorrer las tiendas y los sitios web en busca del regalo "perfecto", piensa en hacer uno personal y que tenga significado, sugirió ella. Puede ser un poema, una pintura, una canción o una fotografía enmarcada que capturó un momento especial.
6. Lecciones para los niños.
Es fácil quedar atrapado en la búsqueda de un artículo difícil de conseguir, dijo Frates. Pero pregúntate qué significa la temporada festiva en las tradiciones de tu familia. "¿Se trata de conseguir el regalo perfecto para el niño? ¿O se trata de celebrar el significado de esa festividad?".
Entonces, en lugar de hacer que los niños pidan juguetes o marcas de ropa específicas, enséñales a dejar un poco de flexibilidad en sus listas.
"Es un buen recordatorio para hacerles saber a los niños que esta temporada es acerca de dar y de compartir lo que podemos, de la mejor forma que podemos", dijo ella, "y en ocasiones el regalo exacto no está disponible".
Fomentar tal actitud puede ser mucho pedir, dijo Frates, pero es un buen punto de partida. "Un sencillo cambio de mentalidad podría marcar la diferencia entre una estresante temporada de compras festivas o un trayecto jubiloso para encontrar regalos con significado para las personas que quieres".