Esta mamá sobrevivió la insuficiencia cardíaca durante un embarazo y ahora es paramédica
Por Diane Daniel, ľ¹ÏÖ±²¥ News
Desde que era niña, Yanela Vickers ha amado a los bebés y el campo médico. Soñaba con dedicarse a la obstetricia y ginecología.
En lugar de ello, Yanela vio de cerca la profesión como paciente. Tenía 18 años y llevaba cinco meses de embarazo cuando subió el escenario para recibir su diploma de preparatoria (o high school) en junio de 2007.
Durante los dos meses previos, Yanela se había sentido tan agotada que apenas podía levantarse de la cama. Aun así, arrastraba los pies y hacía lo que podía para llegar a sus clases.
Su abdomen creció tan rápido que parecía anormal y a menudo le causaba dolor. Las piernas se le hincharon. Comenzó a tener la presión arterial alta y a menudo le faltaba el aire.
Aunque acudía a su médico con regularidad, sentía que la trataban con desinterés debido al hecho de que era joven e hispana. Cada vez que los problemas le parecían alarmantes, su novio la llevaba a la sala de emergencia. Allí, los médicos procedían a explicarle que sus síntomas eran normales durante el embarazo.
En su segundo trimestre, Yanela comenzó a tener migrañas y episodios periódicos de desmayo.
En su tercer trimestre, durante otro viaje a la sala de emergencia, la trasladaron a la sala de evaluación preparto. Luego de que le hicieran una ecografía, le informaron que debía acudir a su médico al siguiente día.
"El bebé tiene hidropesía fetal", le dijo el médico.
La afección causa hinchazón debido a la acumulación de líquido en los tejidos y órganos del bebé. A su vez, el líquido entró en el útero de Yanela, retrocedió hacia los pulmones y le sobrecargó el corazón.
Es probable que el bebé no sobreviva, dijo el médico.
Yanela fue transferida a la unidad de embarazos de alto riesgo para realizar más pruebas y de ahí la mandaron a la casa.
Esa noche, ella y su pareja regresaron a la sala de emergencia. El pecho lo sentía tan apretado que Yanela no podía respirar. Le dijeron que tenía insuficiencia cardíaca.
Al siguiente día, Yanela dio a luz a una niña.
Aunque los medicamentos mantuvieron bombeando el corazón de Yanela, la bebé tuvo que estar en un respirador mientras le bombeaban líquido fuera de su cavidad abdominal.
El personal llevó a Yanela en silla de rueda a ver a su hija, a quien nombró Alena. Un sacerdote estaba presente. Yanela pidió que se suspendieran los esfuerzos de reanimación. Alena murió al poco tiempo.
Los médicos le dijeron a Yanela que tendría que vivir con miocardiopatía por el resto de su vida. Esta enfermedad del músculo del corazón hace que le resulte difícil al corazón bombear sangre al resto del cuerpo.
Los médicos creen que su embarazo probablemente provocó la enfermedad. Posteriormente, Yanela se enteró de que tenía familiares por el lado materno con ciertos problemas del corazón.
"No podía creer todo lo que me pasó en ocho meses", comentó Yanela. "No pensé que esas cartas se me repartieran a mí. Era joven e ingenua".
Aunque Yanela no había planeado comenzar una familia tan joven, se sintió descorazonada por haber perdido a su primer bebé.
En contra de los deseos de su médico y bajo estricta supervisión médica, Yanela procedió a tener una familia. En el 2009, dio a luz a una niña y al siguiente año, a un niño.
Aunque su corazón se ha fortalecido, Yanela tiende a cansarse mucho. Puede caminar, pero no puede correr. Puede andar en bicicleta, pero sin esforzarse mucho. También usa medias de compresión para reducir la hinchazón.
Hace 10 años, Yanela conoció a su actual esposo, Horace Vickers. Vickers ha sido como un padre para sus hijos desde que eran niños.
Yanela, ahora de 34 años, vive en Port St. Lucie, Florida, y trabaja en educación infantil. El año pasado, se certificó como técnica de emergencias médicas, o EMT por sus siglas en inglés, y paramédica, inspirada por su propia situación cardíaca, así como por los desafíos médicos que su madre ha enfrentado. Aún no ha decidido cómo usará esas habilidades.
"Pasar por esa capacitación me abrió los ojos a muchas disparidades de la salud", comentó ella. "Vi la fragilidad de la humanidad a través de un lente diferente. También siento una sensación de humildad diferente hacia el campo y los proveedores de la atención médica".
Yanela a menudo habla en las actividades de la ľ¹ÏÖ±²¥ sobre la salud maternal y cómo es vivir con problemas cardíacos. Ella, Horace y sus hijos también participan anualmente en la caminata Palm Beach County Heart Walk de la AHA, junto con amigos y familiares.
Horace es policía y está ayudando al departamento a poner en vigor un programa de soporte vital básico. Este programa se ha diseñado para capacitar al personal de primera respuesta antes de que llegue el personal médico. Después de todo, la experiencia por la que ha vivido Yanela le ha enseñado lo valiosas que pueden ser esas habilidades.
"Yanela brinda tanto amor a todo lo que hace", dijo Horace. "Ella lo llama su 'trabajo de corazón'. Su fortaleza y pasión la definen como persona. Debido a lo que le sucedió, ella puede relacionarse con la situación de tantas personas, sea quien sea".