Presión arterial: ¿qué significan los números y por qué importan?
Por Laura Williamson, ľ¹ÏÖ±²¥ News
Es un componente estándar de cualquier consulta médica. Alguien, por lo general una enfermera, envuelve un manguito alrededor de tu brazo y te pide que te sientes y te mantengas quieto mientras el manguito aprieta hasta llegar a molestar y luego lentamente afloja su agarre. En tu historia médica se garabatean unos números.
"136 sobre 79".
Pero, ¿qué significa eso?
"El número superior, el sistólico, nos dice cuánta presión hay debida al empuje de la sangre contra las paredes de tus arterias cuando el corazón late", dijo el Dr. Niteesh Choudhry, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard y hospitalista en el Brigham and Women's Hospital, en Boston. "El número inferior, conocido como diastólico, es la cantidad de presión debido al empuje de la sangre contra las paredes de la arteria cuando el corazón está en reposo", entre latidos.
Cuando cualquiera de los números está demasiado alto durante demasiado tiempo, "esto acarrea todo tipo de problemas", dijo Choudhry. Esos problemas pueden ser derrames cerebrales, ataques cardíacos, fallas renales y otras enfermedades crónicas. "La presión arterial alta es un factor importante de riesgo cardiovascular que tiene efectos adversos sobre el corazón y el cerebro, y por eso se le ha prestado tanta atención durante tanto tiempo".
Casi la mitad de los adultos de Estados Unidos tiene presión arterial alta, o hipertensión. Pero a menudo no hay síntomas, así que muchas personas no sabrán que tienen presión arterial alta si no la revisan.
¿Cuánto es alto?
Según la ľ¹ÏÖ±²¥ y el American College of Cardiology, en los adultos una presión arterial normal es una medición sistólica de menos de 120 mmHg y una lectura diastólica inferior a 80 mmHg. La presión arterial es elevada cuando la sistólica constantemente alcanza entre 120 y 129 mmHg y la diastólica es menor de 80 mmHg. Se considera que hay hipertensión de etapa 1 cuando la presión arterial sistólica de manera constante marca entre 130 y 139 mmHg o la diastólica alcanza de 80 a 89 mmHg, y que hay hipertensión de etapa 2 cuando las lecturas constantemente llegan hasta, o superan, los 140 mmHg o 90 mmHg, respectivamente. Las lecturas de la presión arterial que súbitamente exceden 180 en la sistólica y/o 120 en la diastólica se consideran una crisis hipertensiva que requiere atención médica inmediata.
Choudhry dijo que mucho del enfoque ha estado dirigido hacia el número superior (sistólico) porque hay una gran cantidad de investigaciones que lo vinculan a malos resultados cardiovasculares. "Pero ambos números importan. Si uno es alto y el otro no, usamos la lectura anormal".
¿Qué sucede cuando los números permanecen altos?
Cuando la presión arterial es demasiado alta, las arterias comienzan a ponerse rígidas, dijo la Dra. Elizabeth Jackson, directora del Programa de Investigaciones sobre Eficacia y Resultados Cardiovasculares de la Universidad de Alabama en Birmingham. "Se supone que deben ser flexibles. Imagínate que las arterias son una manguera de jardín. Si fuerzas demasiado fluido por ella y la presión es alta, la manguera se pone rígida y no funciona tan bien".
¿Qué causa la presión arterial alta?
La presión arterial alta se desarrolla con el tiempo y puede deberse a muchas causas. Ciertos factores de riesgo son controlables y otros no. Algunos de los factores que pueden influir en los niveles de la presión arterial son el sobrepeso, insuficiente actividad física, la alimentación deficiente o con excesivo contenido de sodio, fumar y no dormir bien.
Algunas personas están a mayor riesgo que otras, dijo Jackson.
"Las mujeres negras en Estados Unidos tienen algunas de las tasas más altas del mundo", dijo ella. En esta estadística juegan un papel importante factores históricos y sistémicos.
En el riesgo de hipertensión también influyen aspectos como envejecimiento, historial familiar, afecciones de salud como enfermedad renal y diabetes, así como el sexo. Hasta la edad de 64 años, el riesgo es mayor en los hombres que en las mujeres. A partir de los 65 años, esa tendencia se invierte.
Puede tratarse.
La buena noticia, dijo Choudhry, es que la hipertensión puede tratarse, independientemente de cuál sea el número excesivamente alto. El tratamiento es el mismo para los dos.
El primer paso radica en hacer cambios en el estilo de vida, dijo Jackson. Esto puede incluir perder peso si fuera necesario, realizar más actividad física, limitar el consumo de alcohol, manejar el estrés, dejar de fumar si la persona es fumadora y alimentarse saludablemente.
"Mantén los alimentos procesados en un mínimo", dijo ella. "Sabemos que pueden tener un alto contenido de azúcar y sal. Haz que tu plato sea colorido; come frutas y verduras variadas".
Jackson dijo que también es importante dormir bien durante suficiente tiempo. La AHA recomienda que los adultos duerman de siete a nueve horas cada noche para optimizar su salud cardiovascular; más tiempo en el caso de los niños, según su edad.
Si los cambios de estilo de vida por sí solos no son suficientes, puede que también se necesiten medicamentos, dijo Choudhry.
¿Qué hay con la presión arterial baja?
La presión arterial baja es menos común, pero incluso así, peligrosa, dijo Choudhry. Puede ocurrir cuando las personas reciben exceso de medicamentos para la hipertensión, cuando están deshidratadas o cuando padecen otra enfermedad.
A diferencia de las personas con presión arterial alta, aquellas cuya presión arterial desciende demasiado por lo general se sienten mal, dijo él. "Se sentirán mareadas o aturdidas. El tratamiento depende de cuál sea la causa subyacente".
Pero lo que es excesivamente bajo para una persona puede que no represente ningún problema para otra, dijo Jackson. "Realmente es adaptable, según cuáles sean las afecciones de la otra persona".
Ninguna de estas afecciones puede tratarse sin revisiones regulares de la presión arterial, dijo ella. "Por eso es importante saber estos números".