Tres consejos para controlar el estrés
Todos tenemos estrés: en el trabajo, en la casa y al volante. A veces nos podemos sentir especialmente estresados por una mala interacción con alguien, demasiado trabajo o problemas cotidianos como quedarse atrapado en un atasco de tráfico.
El estrés crónico puede impedir que se sienta bien y rinda al máximo, tanto mental como física y emocionalmente. Pero nadie tiene una vida completamente libre de estrés. Es importante que aprenda a gestionar el estrés de su vida. Estas tres simples técnicas lo ayudarán a lidiar con el estrés.
1. Conversación personal positiva
Seamos sinceros, todos hablamos con nosotros mismos. A veces hablamos en voz alta, pero normalmente mantenemos una conversación interna. Esta conversación personal puede ser positiva (“Puedo hacer esto” o “todo irá bien”) o negativa (“Nunca mejoraré” o “Soy estúpido”). La conversación personal negativa aumenta el estrés. Una conversación personal positiva puede ayudarlo a calmarse y a lidiar con el estrés. Con la práctica, puede aprender a convertir pensamientos negativos en positivos. Por ejemplo:
De negativo a positivo
- En lugar de decir: “No puedo hacer esto”, diga: “Lo haré lo mejor posible. Puedo hacerlo”.
- En lugar de decir: “Odio cuando esto ocurre”, diga: “Sé cómo afrontarlo; ya lo he hecho antes”.
- En lugar de decir: “Me siento solo y sin ayuda”, diga: “Puedo preguntar y obtener ayuda si la necesito”.
- En lugar de decir: “No puedo creer que me equivoqué”, diga: “soy humano y todos cometemos errores. Puedo solucionarlo”.
Para que realmente funcione, debe practicar la conversación personal positiva todos los días: en el auto, en su mesa de trabajo, antes de irse a la cama o siempre que note pensamientos negativos. ¡Además, es una práctica estupenda que puede servir de ejemplo a los niños!
2. Los diez mecanismos de emergencia principales para bloquear el estrés
Los mecanismos de emergencia para bloquear el estrés son acciones que ayudan a reducir el estrés inmediatamente. Es posible que tenga que adaptar los mecanismos a las diferentes situaciones y, ocasionalmente, es útil combinarlos.
Estas son algunas formas de aliviar el estrés:
- Cuente hasta diez antes de hablar o reaccionar.
- Respire despacio y profundamente varias veces hasta que sienta que su cuerpo se relaja un poco.
- Dé un paseo, aunque solo sea al baño, y vuelva. Puede ayudarlo a meditar las cosas.
- Pruebe con una 徱ٲó u oración rápida para obtener cierta perspectiva.
- Si no es urgente, duerma y responda mañana. Esta idea funciona especialmente bien en el caso de correos electrónicos estresantes y trolls de las redes sociales.
- Aléjese de la situación temporalmente e intente resolverla una vez que las cosas se hayan calmado.
- Divida los problemas grandes en problemas más pequeños. Un paso a la vez.
- Ponga algo de música relajante o un podcast inspirador que le ayude a hacer frente a la agresividad mientras conduce.
- Tómese un descanso para acariciar a un perro, abrazar a un ser querido o hacer algo para ayudar a alguien.
- Haga ejercicio o cualquier cosa que le mantenga activo. El ejercicio es un gran antídoto contra el estrés.
3. Actividades parar luchar contra el estrés
Practicar actividades de las que disfruta es una forma natural de aliviar el estrés y encontrar un lugar en el que sentirse feliz. Aunque esté bajo de ánimos, puede disfrutar de actividades sencillas como dar un paseo, hablar con un amigo o leer un buen libro.
Cuando se sienta mal por el estrés, pruebe hacer algo que lo haga sentir bien, aunque solo sea durante 10 o 15 minutos.
Algunas de las siguientes actividades para aliviar el estrés pueden serle útiles:
- Juegue con sus hijos o mascotas, al aire libre si es posible.
- Dé un paseo por la naturaleza.
- Medite o practique yoga.
- Trabaje en el jardín o emprenda un proyecto de mejora de la casa.
- Trote o dé un paseo a pie o en bicicleta para despejar la mente.
- Lea un libro, un relato corto o una revista.
- Quede con un amigo o amiga para tomar un café o comer.
La clave es encontrar lo que le gusta y hacerlo de forma regular. Es sorprendente lo rápido que uno empieza a sentirse mejor una vez que se interrumpe el ciclo de estrés.